Maldito el momento en el que se me olvidó tu voz. Ni siquiera tus gritos puedo imaginarme ya. Menos mal que los recuerdos del pasado sobreviven a las tinieblas del tiempo que sigue rodando como si no tuviese fin. Pero tengo miedo. Tengo miedo de recordar y que me haga daño y tengo miedo de no recordar por miedo a ese motivo y que se olvide todo.
Vuelvo a confundirme en la oscuridad. A veces te necesito, te recuerdo. Me pregunto qué piensas de mí, que qué opinas acerca de lo que estoy haciendo con mi vida... Me pregunto dónde estás. A dónde van a parar las personas que nos dejan? A la nada? Así sin más? Esas son las leyes de la naturaleza?
... Para mí no. Por eso me importa tu voz. Porque no entiendo su mecanismo, no es algo material y no sé si se produce por algo material. Es algo que sale de nuestro interior. Y para mí el sonido es muy importante, significa que estamos vivos. Por eso la voz... Tu voz... Dónde ha ido a parar...?
Parezco una niña. Siempre preguntándome dónde estás, en vez de dejar de darle vueltas al tema. No es la mejor temporada para que vuelvas a mis recuerdos, sabes? No ayuda. Pero supongo que solo soy una niña de papá... Y te echo de menos.
Pero debo seguir...
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