Gente felis

A veces tengo demasiadas cosas en la cabeza. No soy capaz de separar preocupaciones, ni reprimir mi malestar con tanto agobio. No puedo centrarme en lo que de verdad importa.

Pero tengo las cosas claras. Lo único que quiero es estar contigo, aunque para eso tengo que luchar por mucho más, por nuestro alrededor. Todo forma parte de una cadena.

El mundo es esa rueda gigante que no para de dar vueltas y está formada por miles de engranajes que ruedan conjuntamente, complementándose, pero creando confusión en su entorno.

Para poder disfrutar de ti tengo que esforzarme, merecérmelo. Me he propuesto leer más libros, escuchar más música, estudiar en serio, interesarme por problemas sociales, ser capaz de terminar los objetivos que me propongo, aprender a ser mejor persona...

Intento madurar, quiero cuidar de ti. Quiero estar segura de que tengo la capacidad de tener una relación seria. Quiero saber que puedo hacerte feliz.

Es lo único que me importa, pero, repito, para conseguirlo hay más asuntos relacionados contigo. Tú me haces mejorar y luchar por mi propia vida.

Y el único motivo que mueve todo esto es que quiero que estés orgullosa de mí y ver que no titubeas al pensar que yo soy la persona con la que quieres estar.


Nota: Siento que eso cause estragos y me haga estar agobiada y/o rara. No te mereces aguantarlo. Ni quiero que te preocupes, eso sí que no podría soportarlo. 

Hoy hace tres meses que me besaste por primera vez... Y gracias a Dios que lo hiciste...
Recuerdo ese beso como si hubiese sido hoy... Bajo la lluvia me diste un beso leve en los labios... Me dirigiste una sonrisa tuya, te la devuelvo... Tu mirada inocente me tranquiliza... Y por último... El beso. Allí después de comer, después de toda una mañana llena de palabras amables, anécdotas, de ir de la mano, de tontear, de sonreir, de abrazarnos... Después de suspirar en tus brazos... Allí en aquella parada de autobús bajo la lluvia, abrazadas, nos besamos. Y así comenzó todo.
He escrito tantas veces su nombre...
"De modo que ser adulto era esto, tener un velocímetro que marca de 0 a 210, pero no ir nunca a más de 60."
Son tantos los sentimientos que me pasan por la cabeza que me quedo en blanco al escribir...
Tú...

Tú que estás hecha de literatura entera, tú que das vida a mis sueños, tú que tiñes mis días de color morado, tú que me besas como si fuese la última vez, tú que me quieres, tú que me dices "qué suave eres", tú que prefieres la luna y la lluvia antes que el sol, tú que te has tatuado mi inicial en la piel, tú que tienes una locura más interesante que la de los demás, tú que eres especial, tú que eres Mujer y no una niña, tú y solamente tú que eres la ocupa de mis pensamientos, tú que compartes mis mejores y peores momentos, tú que me aceptas, que me quieres como a tu igual, tú que me valoras y que intentas dar lo mejor de ti misma para hacerme feliz, tú que me cuidas. Tú que estás conmigo, y así seguirá siendo por mucho tiempo (espero). 
Eh, tú! Eh! ...Te quiero.
Y cada día que pasa la quiero más.
La quiero contra viento y marea.
La quiero con sus locuras.
La quiero como es y como deja de ser.
La quiero radiante.
La quiero imperfecta.
La quiero, y eso es lo único que puedo decir.

No puedo quererte

No. No puedo quererte porque allá donde se pone el sol se encuentra mi cuerpo ardiente esperando con impaciencia a la luna. Aquella que llega para brillar en la oscuridad.
No. No puedo quererte porque allá donde se establece el límite del infinito y la linea del horizonte se encuentra mi mente sabiendo el secreto existente de la humanidad después de conocerte a ti.
No. No puedo quererte porque allá donde van los pájaros y los aviones, allá voy yo volando más arriba de los cielos de los dioses del Olimpo y más mucho más arriba de donde se termina el mundo.
No. No puedo quererte porque pensar en la muerte me hace reírme con descaro de quién se habría inventado tan horrible broma. Si tengo que morir, que sea de amor.
No. No puedo quererte porque los libros sólo me hablan de ti y ya no veo otra cosa que no seas tú esperándome al final de cada historia.
No. No puedo quererte porque no duermo sin soñar que te busco con las ansias de quien no puede vivir sin el ser a quien ama.
No. No puedo quererte porque los abrazos ya no son otra cosa que cenizas de mi existencia cuando antes eran la esencia de mi ser. Ahora sólo quiero besarte.
No. No puedo quererte porque cada vez que veo las preciosidades que han hecho la naturaleza o los hombres, me dan asco después de haber visto las maravillas de tu cuerpo.
No. No puedo quererte porque no puedo respirar otra cosa que no sea el olor de tu pelo o de tu cuerpo.
No. No puedo quererte pues el mayor regalo al que aspiro es acariciar tu piel a altas horas de la madrugada después de una noche entremezclada de besos y emociones.
No. No puedo quererte porque me subes al cielo y cuando lo necesito me bajas a la tierra.
No. No puedo quererte, pues me niego a pensar que el tiempo es organizado y el espacio finito.
No. No puedo quererte porque mi máxima felicidad es estar contigo.
No. No puedo quererte, pero lo hago, me entrego. Y no me arrepiento.
Creo que ya puedo morir en paz.

Viernes, sábado y domingo

Veamos cuántos planes he cumplido: H (hecho) S (sin hacer)
- Ver a Lui: H
- Ver a Ángel y a Moi: H
- Ver a Álvaro: S
- Ver a mis tíos: H
- Ver a Paulita y a Javierito: H
- Ver a Blanca, Raquel, Ceci, Ale y Marta: H
- Ver a Miguel e Irene Picallo: H
- Ver a Tamara y a Azu: H
- Ver a Anamá, Elena, Pili, Roi, Laura y Vicky: H
- Ver a Nerea Recarey: S
- Ver a Iria Beltrán: S
- Ver a Julia Blanco: S
- Ver a mi prima María y a Fon: H
- Ver a mi primo Javi y a Nuria: H
- Pedirle a mi tía que me lleve a ver a mi padre: H
- Ir a ver a mi padre: S
- Llamar a mi prima Álex: H
- Pedirle a mi tío que haga el test: H (aunque no lo hará)
- Pedirle a mi primo que haga el test: H
- Hacer algo por ver a la Kuki: S
- Ir a la playa: S

No está mal.

Entre suspiros me hallo

Pienso en ella... Como todos los días. E imagino que vuelvo a verla, que la abrazo y que la hago mía, que no la suelto y... Suspiro. Ahora que la echo de menos, más necesidad tengo de ella y los sentimientos pasan a engrandecerse. Sólo quiero su presencia, eso me basta. Y es entonces, al imaginarme que la beso y que me corresponde, cuando me da un terrible vuelco al corazón. Y entrecierro los ojos y suspiro de nuevo. Como cuando me besó por primera vez.

Un ocho

Cuando todo esto empezó hace poco más de dos meses, sentía miedo aunque a la vez curiosidad. me sentía atraída por una persona a la que poco conocía, con la que no sabía si podría llegar a convivir o aguantaría delante. Me es muy fácil ser exigente, ser cobarde y echarme atrás, o echar la culpa de todo a los demás. Suelo ser una persona bastante difícil, aunque al final... Siempre me puede el cariño.
Y todo esto me ha pasado con ella. he sido borde, he llorado, me he echado atrás por miedo, he sido exigente, le he echado la culpa o he discutido simplemente con ella para hacerla enfadar. Pero al final... Al final pudo aquello que nos unió desde el primer momento. Aquello que sentí casi desde que la vi...
Me siento muy afortunada.
Hace un mes decidimos... Formalizar, sí. Ella fue la que se atrevió, la que dio el paso de querer atarme... Pero por primera vez, me han atado con unos lazos suaves y no con cuerdas. Más que atada me siento liberada y protegida por estar unida a alguien... Y la quiero, la quiero mucho. No me arrepiento de nada.
Siempre hay una primera vez para llegar a un mes, para querer a alguien... Para decidir continuar...

Una rosa

Cuando una rosa comienza a marchitarse, acepta que se consume, y que su vida está llegando al último suspiro. Ésta era perspicaz, sabía que llegaba su momento y se dispuso a morir con honor. Quizás ayer notó golpes cuando se terminaba el día. Quizás nos escuchó. Quizás se puso triste y decidió irse. Hoy, aún seguía de pie, como siempre, pero no tan firme como antes, pero no quise hacerle caso.
Antes era una rosa preciosa. Destacaba por su rojo pasión, y sus pétalos medio abiertos... Era su juventud lo que estaba disfrutando. Era suave y acogedora. Cada uno de sus pétalos derrochaba vivacidad y colorido. Era una rosa bonita, y olía bien. Destacaba sobre todas las cosas porque era la imagen de la perfección. Pero hoy decidió abandonarme.
Se enfadó y cuando la gota colmó el vaso decidió caerse invadiéndolo todo del agua que la mantenía viva. Quería suicidarse, y ya no era la primera vez que eso pasaba. Al fin entendí lo que quería. Cuando me fijé en ella una vez más, sus pétalos lloraban lágrimas negras, y me asusté. La examiné con más cuidado, buscando restos de alegría, pero ya no había ninguno. Lo único que quedaba eran restos de una rosa que en su pasado había sido feliz, pero que ahora se había muerto.
Y se fue, con elegancia, y con sumisión, sin rechistar. Sus pétalos ennegrecieron, y sus raíces rechazaron el agua que yo le ofrecía. Quizás, no era el agua de su gusto y por eso se negaba a aceptarla, quizás necesitaba una aspirina. Ya le dolía demasiado la cabeza. Por eso se fue, y sólo quedan restos de ella tirados en una papelera.

Tú cómo le llamarías a esto? Yo maduración, supongo

Soy una persona bastante insegura de mí misma. Cuando hago las cosas no suelo hacerlo con un propósito. A pesar de ser detallista generalmente con cualquier persona que se me presente delante (pues es algo que me gustaría que hiciesen conmigo y es algo que me llena), ando bastante a tientas por el camino y necesito ver qué es lo que estoy haciendo y por qué. Realmente necesito saber por qué soy así. Y tiene que haber un motivo fuerte.
Nota: Lo que me inspira la canción tiene que ver con el contenido de esta, pero no al pie de la letra. Simplemente que me siento algo perdida, pero en esos momentos en los que me encuentro necesito dar mi nombre y saber lo que hay debajo de mi piel, porque a todos nos cuesta conocernos a nosotros mismos.
Da gusto llamar a casa estando contenta después de haber estudiado todo el día y sentir que las cosas irán bien y que a gritos te digan "pues te vienes con apuntes a estudiar", que te defiendas con un "no hemos dado nada, todavía estamos con las presentaciones, lo que dimos ya lo he hecho" y te respondan con un "da igual, tú traes cosas para estudiar y blablabla" con "da igual" siempre se arregla todo.
Eso no es todo. Mis amigos me exigen un tiempo que no tengo. Reconozco que tengo errores del pasado. Pero por haberlos mal acostumbrado a mí, ahora tengo que estar al pie del cañón y ya se darán cuenta cuando vayan a la universidad lo que JODE y lo que AGOBIA que te estén encima diciendo: "vienes este finde no?" "quedaremos, no?" "vienes?" ... No soy Dios.
Y menudo fin de semana me espera. Para eso prefiero no volver a casa.