Gente felis

Se cierra el blog.
Muerta, casi literalmente.

Mamá,

quería decirte que te odio :)

Rayuela

 Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.


Cortázar.

Caprichitos pre-cumpleaños

Una gitarra, sólo eso. Dame una guitarra y yo te regalaré una canción.

Nota: sí, en serio, quiero una maldita guitarra.

Beloved

... Y cuando dude de si te quiero como debo o menos, o de otra manera, o como quieras pensarlo, recuérdame que me dan vuelcos al corazón cuando me besas, que cuando estamos enfadadas si pienso en tus abrazos me quemo por dentro y se me bloquea el cerebro. Recuérdame que cuando estamos mal nos imagino en situaciones inusuales en las que somos felices y me tranquilizo. Recuérdame que me pongo nerviosa cada vez que llego a la estación para volver a verte de nuevo. Recuérdame cada escalofrío y cada sensación vivida contigo. Recuérdame... Recuérdame tu presencia, cuando dude. Porque eso será lo que me cambie. La distancia hace destragos, pero podemos con ella.

VIII,
Las cosas están cambiando.
La metáfora es muy simple. Antes me tocaba todo naranja. Mi ipod es naranja, me lo regalaron, no escogí el color, la funda de las gafas que me tocó es naranja y la funda donde las pongo ahora también, la primera carpeta que me compré, quería un tipo determinado y sólo quedaba un color, adivinad; tuve que cogerla en naranja. El sofá donde me acuesto en la habitación de mi novia es naranja, y la mantita que ella adora también. La tarjeta de los buses de Ferrol también es naranja... Y podría seguir.
Pero como iba diciendo, las cosas están cambiando, pues antes me dejaba llevar por el naranja. Me era en puesto y lo aceptaba sin rechistar. Ahora, las cosas se tornan de otro color.
Por ejemplo la tarjeta del bus de Ferrol ha cambiado y ahora es azul. Mi color favorito. Algo es algo.
Hacemos cosas extrañas por las personas que queremos, mentimos por ellas, les mentimos a ellas...
Puede que haya algunos golpes por el camino, pero nunca dejamos de querer lo mejor para ellos.
Por eso es una trabajo tan duro, aunque es el mejor trabajo del mundo.
Soy como un molesto trozo de hielo que se derrite.
Levántame y juega conmigo entre tus labios.

Elenuchiii

Estás creciendo... y no estoy inspirada para escribirte nada, pero tengo que intentarlo, no? :)
Ele, te has convertido en una persona muy muy especial para mí. No sé qué ha pasado, pero está claro que alguien quiso unirnos, no? En esta casa, si te das cuenta, debería de vivir una chica de cada provincia, pero alguien decidió que tú y yo teníamos que estar juntas aún a sabiendas de que romperíamos ese detalle.
Al principio cogí una confianza contigo enorme, te expliqué cómo era y cómo dejaba de ser. Sabías que se me daba muy bien decepcionar a la gente, pero me decías que eso no era un problema, que esas cosas se iban con el tiempo y se iba madurando. Siempre se podía cambiar. Me contaste que tú aprendiste a querer a quien de verdad merecía la pena, a saber hacer las cosas. Me asegurabas que eso salía sólo después de recibir palos, simplemente era cuestión de madurar.
Con el tiempo las dos vimos que tenías razón. 
La convivencia contigo siempre me ayudaba para todo. Siempre tenía una segunda opinión, algo que me bajase los pies a la tierra y que me dijese "esto no es así Vero, también puede ser de esta otra forma". Y así maduraba, gracias a ti, que me enseñabas a ver las cosas como debían de ser.
Pero no sólo me dabas tu punto de vista, sino que me apoyabas cuando estaba mal. Si me caía eras la primera en venir a levantarme, a preguntarme que qué me pasaba, venías a tranquilizarme... Y si no estabas -pues recuerdo mi primer mes sola aquí- siempre estabas dispuesta a tener una buena charla conmigo por chat animándome, aconsejándome y diciéndome que ya quedaba menos para que volvieses.
Siempre te has portado muy bien conmigo. Sé que yo no lo hice del todo bien. De hecho había épocas en las que me pasaba bastante, y lo recuerdo con un poquito de tristeza, pero sé que eso está superado. Ahora aprendí a tratarte mejor, y a que estuvieses cómoda a mi lado (o eso espero).
Jugamos a que te encanta la aritmética siempre (o debería de decir que te encantan MIS tetas? eres una acosadora). No, la verdad es que eso es lo mínimo de todo y además sólo era una broma.
Lo que quería decir en realidad era que en este año hemos aprendido a vivir juntas, a madurar, a sorprendernos la una a la otra, a apoyarnos y a más cosas de las que ahora no me acuerdo bien. Pero todo es muy importante para mí y significa mucho, porque cada detalle tuyo equivale a una sonrisa mía y sabes que no siempre es fácil conseguirlas, aunque quería que supieras que yo también me esfuerzo por hacerte sonreír a ti, y espero realmente hacerlo bien. Puedo ser tonta, torpe, pesada, demasiado cariñosa, inmadura a veces, triste otras, pero hay una cosa que no cambia, y esa es que te quiero, y es lo que realmente importa, y lo que realmente intento demostrarte.
Este es mi primer año aquí y he crecido y madurado mucho a tu lado. TÚ me ayudas a ver las cosas de otra manera, o a verlas cuando no quiero hacerlo. Me ayudas a ser mejor persona, haces que quiera superarme y ser mejor, más espabilada, más feliz, más discreta también. Son tonterías, pero tú has conseguido eso, y poca gente puede conseguir eso de mí.
Eres una persona increíble y eso no es nada nuevo...
Tienes que dejar que los demás vean lo especial que eres porque no todo el mundo sabe valorarte como debiera. Pero eso no me preocupa, porque sé que algún día le darás una patada a todos aquellos que sobran y sé que la gente que te quiere te apreciará más muchísmo más todavía, porque tienes mucho que dar y mucho que recibir, y sé que tú sabes hacerlo.
Este año he aprendido a conocerte y a veces, repaso en mi cabeza todos tus detalles, y pienso que sé tantas y tan pocas cosas de ti que no sabría dónde empezar o acabar de enumerarlas...
Tu marca son las sonrisas, hagas un dibujo, hagas lo que hagas, te encanta dibujarlas en todas partes... Siempre te salen manchitas rojas alrededor del cuello. Le tienes manía a la cuchara que es diferente de las demás y me robas la mía. Crees que estás gafada porque Román te pone menos comida o no te da lo que pides. Eres casi incapaz de dejar algo de comida en el plato porque desde que te contaron que los niños pobres no tienen qué comer, ves la comida con otra perspectiva. Te gustan los andaluces (aunque también tiras por alemanes y negros cachas mister españa jajajaja). Te ríes muchísimo con los monólogos de Dani Rovira aunque los hayas visto 500 veces. Te gusta mucho escribir aunque pocas veces lo compartes con lo demás, pero tienes un montón de textos guardados en el ordenador y los relees de vez en cuando. Siempre te gusta tener tablones bonitos acerca del amor o la felicidad, es decir, aquello que todos buscamos. Cuando encuentras textos o videos bonitos, me da la impresión de que los haces muy tuyos, de que significan mucho para ti porque te describen. Normalmente tienes el mismo gusto que yo en la comida. Eres muy responsable. Eres orgullosa. Te gustan las pequeñas cosas. Te gusta encontrar parecidos con nosotras en casa, como cuando dices que Yanira y tú os parecéis más de lo que te parecía en un principio, o que a nosotras nos gustan las mismas cosas. Te gusta que te sorprendan para bien. Cuando te duele que algo haya pasado, lo muestras un segundo, pero después te controlas, y más tarde se arregla, pero lo importante es el momento en el que tú eres capaz de aguantarte y no hacer que los demás carguen con ello. A veces eres cariñosa, pero siempre en momentos determinados, no te gusta que te soben demasiado. Si te tocan la barriga potas. Te gusta reírte con esa sonrisa de tonta que tienes y que estás convencida de que la copiaste de la mía, pero realmente es la tuya jajaja. Te gusta sincerarte y tener conversaciones especiales. Cuando estás en Ferrol y ha ocurrido algo, echas de menos estar en Santiago, supongo que para escaparte como nos pasa a todos. Te ilusiona mucho hacer planes con las de casa, y sé que te alegras muchas veces cuando piensas que no te había podido tocar una convivencia mejor, siempre hay inconvenientes, claro, pero aún así. Siempre agradeces cualquier detalle o favor...
Y podría seguir con otro tipo de cosas... Eres una gafe, eres despistada, una salida, una imbécil, una tonta, una inocente quizás, por soportar a veces demasiado... Pero nada de lo que acabo de decir es malo.
Lo mejor de todo es que una buena persona (y puedo ponerte a ti de ejemplo) es aquella en la que sus defectos y sus buenas cosas, se combinan de modo que los defectos ni siquiera se notan, o no son nada en comparación con todo lo demás.
Ele, ayer 20, hoy 21, mañana 22 y otro día cualquiera 23...
Desde que decidiste aparecer en bragas presentándote "Hola (te ríes) buf, vaya pintas que llevo, bueno, soy Elena", hasta hoy, desde ese día hasta hoy, he decidido quedarme a tu lado.
Puede que mañana cambien las tornas, que te vayas a Madrid, que vivas en... China, o que me largue yo, pero es igual. Yo seguiré aquí siempre. Pase lo que pase, tanto si es tiempo como si es espacio lo que nos separe. Seré tu amiga. Porque quiero quedarme. Porque mereces la pena mucho más que la mayor parte del planeta.
Eres una amiga en quien se puede confiar y nunca falla, eres una GRAN amiga.
Ele, hoy por ti, y mañana también.
Te quiero mucho. Felices 21, y los que quedan.

La cama se me hace demasiado grande si no estás tú para ocuparla conmigo.
Las grandes preguntas son grandes justamente porque son difíciles y todos tenemos que lidiar con ellas.
Por otra parte, no hace falta tener fe, no tienes que creer en una religión u en otra, pero sí hay que creer en algo. Si no tuviésemos nada en lo que creer, nos sentiríamos demasiado solos. Es mejor aferrarse a algo.
No sé dónde estás, pero te echo de menos, papá.

:)


Nunca fue necesario definir un sentimiento tan pequeño y a la vez tan grande.

El nombre del viento

«He robado princesas a reyes agónicos. Incendié la ciudad de Trebon. He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo. Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que a la mayoría todavía no los dejan entrar. He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día. He hablado con dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos.
»Me llamo Kvothe. Quizá hayas oído hablar de mí

Grandísimo descubrimiento. Gracias, Dabiz.

Quiero volver a la niñez

















. . .


Distorsión espacio temporal

Sí, de esas que me gustan a mí.
Era tan pronto y a la vez tan tarde... En menos de un segundo todo había cambiado. El sol decidió ganarle la apuesta a la luna y le quitó una hora de brillo. La hora entristecida, desapareció sin dejar rastro esperando salir al día siguiente algo más animada.
La hora decidió sacrificarse, se fue con honor, para adelantar una hora más y compensar los días... Marzo se acaba. Viene la primera, y allá más lejos veo el verano venir sin pausa, pero sin prisa.
Sí señor, hoy se ha adelantado una hora. Y mis sorprendidos, viejos y cansados ojos lo han visto.

Nota: Ojos cansados porque son las tres de la mañana, cuando ha ocurrido la distorsión, y me muero de sueño.

Quiero ser libre


Todo lo que quiero es sentir el viento en mi pelo,
Mirar el miedo, pero no sentirme asustada.

Veo la chica que quiero ser, montando a caballo, sin preocupaciones, por la playa.
Si aquella fuese yo me lanzaría de cabeza, sin pensarlo un momento.
"Actuar y maldecir las consecuencias..." Me gustaría que fuese así de fácil.o me siento

Anuncio de Ikea

Testamento:
Yo, fulano de tal, en el mejor momento de mi vida (que espero que aún dure mucho), dispongo:
Que es mi voluntad legar a quien los quiera la totalidad de mis bienes. A saber:
La luz del sol, los besos a mis hijas, el "jo, papi qué pesado!", la receta de mis torrijas, y las sobremesas que se alaaaaaaaargan.
A día de hoy y tal y tal
Firmado: Yo.

No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita.



Me han enseñado que no se puede batir un yogur como un zumo sin abrirlo antes porque si tiene moho te lo comes sin darte cuenta. Es mejor abrirlo y batirlo con la cuchara después de ver que no tiene nada.
Me estoy dando cuenta de quienes valen en realidad y quienes sobran en mi vida, y la verdad, de estos últimos hay tantos que me da pena ver en lo que me había convertido por estar rodeada de gente.
Al menos ahora he escogido no hablar de mis problemas, no con todo el mundo como hacía antes. He escogido solucionarlos por mí misma o apoyarme en 2 o 3 personas, en vez de hacer que me aguanten veinticuince mil. Es mucho mejor así, y estoy orgullosa.
Pero lo que no me gusta es darme cuenta de toda la gente que sobra y que no son amistades. Es mejor vivir en la ignorancia, ser incrédula e inocente y confiar en todo el mundo, creer que todo está lleno de amigüitos. Me apena tener que desistir y dejar de luchar por algunas personas. Me apena pensar que la gente se va a creer que la considero menos importante por guardarme más las cosas y etc. Pero esto acabaría pasando.
A pesar de todo... Bien! Bien por aprender a llevar las cosas más en soledad en vez de cargar el peso en los demás. Bien, Vero, bien! (Y no, no es sarcasmo).
Hoy me he puesto a pensar y he sacado una sonrisa.
Sí, puedo demostrar que sigo recordando a mi padre. O al menos que me queda una parte de él.
Porque lo escucho y lo recuerdo, y recuerdo sus momentos enfermo y con el último suspiro de vida, pero también totalmente sano, o enfadado, o alegre, o lloroso. Pues era un humano, y tiene momentos, como todo el mundo.
Y estos días, sin quererlo hago honor a él. Porque vuelvo a las andadas, a hacer puré de patatas en un cuenco para tomarlo por la tarde, a comer pasta cruda, a escribir tonterías, lo que pasa que ahora mucho más libremente, a leer por las noches cuando ya debería de estar acostada, no ser capaz de conciliar el sueño por imaginarme cosas desagradables poniéndome a prueba...
Me siento tranquila porque actúo como si él todavía estuviese a mi lado. Sigo siendo una niña de papá, tonta, infantil, incrédula, pero al fin y al cabo, niña de papá.
I miss you, dad

A día de hoy...

A día de hoy puedo decir que la quiero, que quiero seguir a su lado, que no me he cansado de ella después de casi 4 meses que la conozco y 2 que estoy con ella. Tengo claro que la necesito y que sin ella nada de esto es lo mismo. Sí, soy muy feliz, a pesar de todos los altibajos, puedo saborear esa palabra en mi boca y pronunciarla con una sonrisa, y os juro, que no deja un sabor amargo.
Y qué pasaría si...?

II

De repente sucedió. Me besó. Y las lunas se unieron a los soles y viví una vida entera.
Las flores empezaron a mostrar sus mejores galas, se vistieron con sus pétalos más hermosos y cuidados. Eran suaves, pero sobre todo finamente elegantes como una túnica morada que resbala con delicadeza dejando al descubierto el hombro de una mujer. Sus labios se posaron sobre los míos con suavidad, preguntando si podían pasar, y yo les correspondí. Les di la bienvenida acercando más los míos. Ella lo entendió y empezó a besarme, con delicadeza, con belleza. Me besó como si estuviera besando rosas brillantes, hermosas e irrompibles, pero llenas de espinas. Me besó con cuidado, con cautela, con miedo. Me besó como si besase a una rosa.
Algo se rasgó en el cielo y una llovizna tranquila impuso la calma y la libertad bajo su falso techo. El sol, caballeroso, se retiró no sin despedirse antes con sus últimos rayos dando calor. En ese intervalo apareció un arcoiris para recordarnos que el mundo todavía tenía algo en lo que creer. No sólo eran cielo sol luna y estrellas. El arcoiris siempre alegre, mostraba su sonrisa de mil colores, perdiéndose en el infinito cuando la luna y el sol se enfrentaban. Y mientras tanto ella me agarraba con fuerza, me atraía hacia su pecho consiguiendo que nos rozásemos, intentando no dejar pasar ni una pizca de aire entre las dos. Me aguantaba. Con una mano me agarraba rodeándome la espalda, con la otra sostenía mi cara. Yo suspiraba al notar sus manos.
Después empezó una tormenta de verdad. Se desató la guerra en el cielo, pero también entre nosotras. Llovía con fuerza. Sólo mandaban sus deseos, pero eran los mismos que los míos. La lluvia nos empapaba, nos calaba hasta no dejar rastro de sequedad. La lluvia, sabia, ella, que refrescaba y te liberaba. Sus labios que se movían rápidos, intentando atrapar los míos. En su interior, su lengua jugaba con la mía, se movían juntas, se tocaban, se peleaban, descubrían mundos diferentes. Era una guerra. Pero en ella definitivamente ganábamos las dos.
Con un último grito mojado la lluvia se fue, pero las nubes permanecieron, dando tranquilidad, y quizás algo de atontamiento al ambiente. El aire era puro, pues la lluvia se había llevado todo rastro de atmósfera cargada, pero aún así, aquella luz con la que nos iluminaban las nubes a duras penas, seguía atontando. A pesar de todo la sensación de tranquilidad era máxima.Había parado. Nuestras caras se habían separado y ella había exhibido su mejor sonrisa, aquella sonrisa… Me volvía loca y a la vez me tranquilizaba. Sus ojos verdes tiraban de mí para que me perdiese en ellos. Estoy segura de que el cielo es verde, que me aspen si no es cierto! Nadie podría negármelo después de ver sus preciosos ojos.
Pero… Por qué se había apartado? Qué quería? Sin ella iba a perderme. Pero debió de entrever mis pensamientos pues me abrazó y suspiró. Me dijo que me quería y sonreí para mis adentros. Aquello no podía estar pasando, era demasiado bonito para ser verdad.
Cerré los ojos para dejarme llevar. Para seguir amándola. Me mantuve callada.
La estreché entre mis brazos prometiéndome que nunca la dejaría sola. Nunca dejaría de protegerla, aún tuviese que poner mi vida como alfombra para que ella no se mojase sus perfectos y a la vez comunes pies. 
Yo la quería a ella con todo. Con sus defectos y con sus dones. Pero sobre todo con las dos cosas mezcladas, porque así somos los seres humanos. A algunos nos cuesta no tener miedo y otros son demasiado espabilados, pero aprendimos el verbo amar y sabemos conjugarlo bien. 
Y cómo quería a su ombligo! Lo quería por encima de todas las cosas. Ese agujerito infantil y tierno. Aquel por el que puedes soñar las cosas más desagradables, pero a la vez puedes vivir cosas sencillas y bonitas. A un ombligo puedes soplarle, hacerle caricias, jugar con él, pasear el dedo por él, darle un beso, morderlo con suavidad, lamerlo, untarlo en nata (o en almíbar), mirarlo y sonreírle, poner la mano encima y protegerlo, taparlo… Era un ombligo tímido, miedoso, pero a la vez adorable, y era precioso. Yo lo amaba, igual que amo a su propietaria, que no lo tiene muy en cuenta y si lo hace es para mal, pobre ombligo.
Pero también quería sus cosas cotidianas. A hurtadillas me fijaba en sus pies, simples como los de las demás personas, pero a la vez especiales por ser precisamente los de ella. También había visto la musculatura de sus piernas, había observado sus muñecas, los nudillos de las manos, la piel de su espalda y de su culo. Había mirado sus dientes, sus finos labios y sus grandes párpados, siempre manchados de negro. Admiradas fueron sus orejas y también la nuca y el principio y el no terminar de su apetecible cuello.
Ella era una persona, la amaba. Y lo sigo haciendo a estas alturas, a estos dos meses que llevamos, que no son para menos. Serán más, infinitos más. A su lado estaré siempre, como en la historia que contaba Márquez, donde el protagonista esperaba por su amada, desde que la conocía hasta que se moría, sin recibir nunca su atención, a pesar de que ella también le amaba. Todo ocurría a través de largos tiempos en los que azotaba el cólera. Allí estaba él, sobreviviendo, esperando por ella, para siempre. Ella fue su último pensamiento.
“Y tú siempre eres el mío antes de acostarme y el primero al levantarme. Te quiero, así que por favor, bésame” rogué en mis pensamientos sin mediar palabra.
Separó nuestro abrazo y volvió a sonreír. Le dediqué una risueña mirada y ella no lo soportó más. Cerró los ojos, y sus labios se lanzaron para chocar imponentemente contra los míos. Encantada los recibí y de repente, me sentí más cerca de tocar el cielo, de lo que ningún astronauta ha podido soñar en tocar Plutón.
La verdad es que esta mujer es absolutamente genial.

Precuela de Harry Potter I

El 09 de Marzo de 2008 se anunció que la autora JK Rowling se uniría a otros 12 autores para crear una pequeña historia en una hoja en blanco de tamaño A5, la cual sería donada para una subasta de caridad de la tienda Waterstone’s Piccadilly de Londres el 10 de Junio de 2008, cuyas ganancias obtenidas del evento llamado “Cuál es tu Historia” serían entregadas a la Organización Inglesa PENy la Dyslexia Society. El 28 de Mayo, se anunció que sería una Precuela de 800 palabras de Harry Potter, protagonizada por James Potter y Sirius Black justamente 3 años antes de que Harry naciera.
Traducción: “Tomado de la precuela que no estoy escribiendo, pero que fue divertida! JKR 2008″
A las 6:00am (Hora de Londres) del 11 de Junio de 2008, el website oficial de Waterstone’s publicó las dos imágenes de la hoja con la precuela.
- Lado 01 -
La motocicleta tomaba velocidad y dobló en la esquina tan rápido en la oscuridad que ambos oficiales de policía en la patrulla de persecución gritaron “¡Guau!”. El sargento Fisher aplastó su pie contra el freno, pensando que el muchacho que conducía de seguro estaría bajo sus ruedas; sin embargo, la motocicleta hizo el giro sin lanzar a ninguno de sus pasajeros, y con un guiño de su parte posterior, de luz roja, desapareció por el lado angosto de la calle.
¡Ya los tenemos! -gritó el oficial Anderson, emocionado- ¡Ese es un callejón sin salida!
Apoyándose en el timón y apretando sus neumáticos, Fisher rayó la pintura del costado del auto mientras lo forzaba a través de la angosta calle en la persecusión.
Ahí en las luces estaba sentada su presa quieta por fin luego de una carrera de un cuarto de hora. Los dos pasajeros estaban atrapados entre una alta pared de ladrillos y la patrulla de policía, que estaba ahora frente a ellos como un predador rugiente con ojos luminosos.
Había tan poco espacio entre las puertas del auto y las paredes del callejón que Fisher y Anderson tuvieron dificultades para salir del vehículo. Les hería la dignidad tener que desplazarse cuales cangrejos hacia los malandrines. Fisher arrastró su generosa barriga a lo largo de la pared, arrancando botones de su camisa en el camino y arrancando finalmente el espejo del costado del auto con su retaguardia.
- ¡Bájense de la moto! -gritó a los sonrientes jóvenes, quienes estaban sentados bañándose en la brillante luz azul, como si lo disfrutaran.
Hicieron lo que les habían pedido. Una vez libre del espejo roto del auto, Fisher los miró. Parecían ser adolescentes. El que había estado conduciendo tenía el cabello largo y negro, y su insolente buena apariencia le recordaba desagradablemente al vago guitarrista, novio de su hija. El segundo también tenía el cabello negro, aunque era corto y se paraba en todas direcciones. Usaba lentes y sonreía abiertamente. Ambos vestían camisetas que llevaban una gran ave dorada, sin duda el emblema de alguna desafiante banda de rock sin afinación.
- ¡Sin Cascos! -gritó Fisher, señalando de una desprotegida cabeza a la otra, – ¡Exceso de velocidad… y una gran cantidad!
De hecho, la velocidad registrada había sido mucho mayor de la que Fisher habría estado dispuesto a aceptar que alguna motocicleta podría alcanzar,- ¡No detenerse ante la policía!

Lado 02 -
- Nos habríamos detenido a conversar, -dijo el chico de gafas- sólo que estábamos tratando…
- ¡No te hagas el listo! ¡Ustedes dos estan a punto de estar en problemas! -dijo Anderson con sorna- ¡Nombres!
- ¿Nombres? -repitió el conductor de cabello largo- Ehm, bueno, veamos. Están Wilberforce… Bathshebba… Elvendork…
- ¡Y lo que es mejor de ese nombre es que puede usarlo para un niño o una niña! -dijo el chico de gafas.
- ¡Oh! ¿NUESTROS nombres, quiso decir? -preguntó el primero, mientras Anderson casi escupía de la rabia- ¡Debió haberlo dicho! Este de aquí es James Potter, ¡y yo soy Sirius Black!
- Esto se va a poner seriamente negro para ustedes en un minuto, pequeñajos insolentes de…
Pero ni James ni Sirius prestaban atención. De pronto estaban alertas como sabuesos, mirando detrás de Fisher y Anderson, hacia el techo de la patrulla de policía, hacia la oscura boca del callejón. Entonces con idénticos movimientos fluídos llevaron sus manos a los bolsillos traseros.
Por espacio de un latido de corazón ambos policías imaginaron armas asomándose ante ellos, pero un momento después vieron que los motociclistas no habían sacado más que…
- ¿Baquetas de batería? -dijo Anderson, casi riendo- Par de bromistas, ustedes dos ¿no? Bien, los arrestamos bajo los cargos de…
Pero Anderson nunca terminó de nombrar los cargos. James y Sirius habían gritado algo incomprensible y varios haces de luz se movieron.
Los policías se volvieron, y luego casi cayeron hacia atrás. Tres hombres estaban volando -realmente volando- en escobas fuera del callejón, y al mismo tiempo, el auto-patrulla se levantaba en sus ruedas traseras.
A Fisher le temblaron las rodillas y cayó sentado; Anderson tropezó con las piernas de Fisher y cayó sobre él con un fuerte ¡plum! ¡bang! ¡crash! Oyeron a los hombres en las escobas estrellarse contra el auto levantado y caer, aparentemente sin sentirlo, al suelo mientras pedacitos rotos de escobas cayeron al rededor de ellos.
La motocicleta ya estaba encendida y rugiendo nuevamente. Con la boca aún abierta, Fisher logró obtener fuerzas para volver a mirar a los jóvenes.
- ¡Muchas gracias! -gritó Sirius sobre el ruido del motor- ¡Les debemos una!
- ¡Si, un gusto conocerlos! -dijo James,- ¡Y no lo olviden: ¡Elvendork! ¡Es unisex!
Hubo un golpe que hizo temblar la tierra y Fisher y Anderson se abrazaron atemorizados; su auto acababa de caer nuevamente al suelo. Ahora fue el turno de la motocicleta de rugir. Ante los incrédulos ojos de los policías, la moto se alzó a los cielos: James y Sirius se alejaron hacia el cielo, la cola de luz brillando tras ellos como un rubí desvaneciéndose.

La cara de mil ojos (de verdad que tiene mil.)

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NOTA: Para qué engañarnos, sí que me moría de ganas de hacer la maldita cara. Te odio, zorra (mayor insulto o algo negativo mayor cariño, recuerda). 1:06 a.m.
A veces tengo demasiadas cosas en la cabeza. No soy capaz de separar preocupaciones, ni reprimir mi malestar con tanto agobio. No puedo centrarme en lo que de verdad importa.

Pero tengo las cosas claras. Lo único que quiero es estar contigo, aunque para eso tengo que luchar por mucho más, por nuestro alrededor. Todo forma parte de una cadena.

El mundo es esa rueda gigante que no para de dar vueltas y está formada por miles de engranajes que ruedan conjuntamente, complementándose, pero creando confusión en su entorno.

Para poder disfrutar de ti tengo que esforzarme, merecérmelo. Me he propuesto leer más libros, escuchar más música, estudiar en serio, interesarme por problemas sociales, ser capaz de terminar los objetivos que me propongo, aprender a ser mejor persona...

Intento madurar, quiero cuidar de ti. Quiero estar segura de que tengo la capacidad de tener una relación seria. Quiero saber que puedo hacerte feliz.

Es lo único que me importa, pero, repito, para conseguirlo hay más asuntos relacionados contigo. Tú me haces mejorar y luchar por mi propia vida.

Y el único motivo que mueve todo esto es que quiero que estés orgullosa de mí y ver que no titubeas al pensar que yo soy la persona con la que quieres estar.


Nota: Siento que eso cause estragos y me haga estar agobiada y/o rara. No te mereces aguantarlo. Ni quiero que te preocupes, eso sí que no podría soportarlo. 

Hoy hace tres meses que me besaste por primera vez... Y gracias a Dios que lo hiciste...
Recuerdo ese beso como si hubiese sido hoy... Bajo la lluvia me diste un beso leve en los labios... Me dirigiste una sonrisa tuya, te la devuelvo... Tu mirada inocente me tranquiliza... Y por último... El beso. Allí después de comer, después de toda una mañana llena de palabras amables, anécdotas, de ir de la mano, de tontear, de sonreir, de abrazarnos... Después de suspirar en tus brazos... Allí en aquella parada de autobús bajo la lluvia, abrazadas, nos besamos. Y así comenzó todo.
He escrito tantas veces su nombre...
"De modo que ser adulto era esto, tener un velocímetro que marca de 0 a 210, pero no ir nunca a más de 60."
Son tantos los sentimientos que me pasan por la cabeza que me quedo en blanco al escribir...
Tú...

Tú que estás hecha de literatura entera, tú que das vida a mis sueños, tú que tiñes mis días de color morado, tú que me besas como si fuese la última vez, tú que me quieres, tú que me dices "qué suave eres", tú que prefieres la luna y la lluvia antes que el sol, tú que te has tatuado mi inicial en la piel, tú que tienes una locura más interesante que la de los demás, tú que eres especial, tú que eres Mujer y no una niña, tú y solamente tú que eres la ocupa de mis pensamientos, tú que compartes mis mejores y peores momentos, tú que me aceptas, que me quieres como a tu igual, tú que me valoras y que intentas dar lo mejor de ti misma para hacerme feliz, tú que me cuidas. Tú que estás conmigo, y así seguirá siendo por mucho tiempo (espero). 
Eh, tú! Eh! ...Te quiero.
Y cada día que pasa la quiero más.
La quiero contra viento y marea.
La quiero con sus locuras.
La quiero como es y como deja de ser.
La quiero radiante.
La quiero imperfecta.
La quiero, y eso es lo único que puedo decir.

No puedo quererte

No. No puedo quererte porque allá donde se pone el sol se encuentra mi cuerpo ardiente esperando con impaciencia a la luna. Aquella que llega para brillar en la oscuridad.
No. No puedo quererte porque allá donde se establece el límite del infinito y la linea del horizonte se encuentra mi mente sabiendo el secreto existente de la humanidad después de conocerte a ti.
No. No puedo quererte porque allá donde van los pájaros y los aviones, allá voy yo volando más arriba de los cielos de los dioses del Olimpo y más mucho más arriba de donde se termina el mundo.
No. No puedo quererte porque pensar en la muerte me hace reírme con descaro de quién se habría inventado tan horrible broma. Si tengo que morir, que sea de amor.
No. No puedo quererte porque los libros sólo me hablan de ti y ya no veo otra cosa que no seas tú esperándome al final de cada historia.
No. No puedo quererte porque no duermo sin soñar que te busco con las ansias de quien no puede vivir sin el ser a quien ama.
No. No puedo quererte porque los abrazos ya no son otra cosa que cenizas de mi existencia cuando antes eran la esencia de mi ser. Ahora sólo quiero besarte.
No. No puedo quererte porque cada vez que veo las preciosidades que han hecho la naturaleza o los hombres, me dan asco después de haber visto las maravillas de tu cuerpo.
No. No puedo quererte porque no puedo respirar otra cosa que no sea el olor de tu pelo o de tu cuerpo.
No. No puedo quererte pues el mayor regalo al que aspiro es acariciar tu piel a altas horas de la madrugada después de una noche entremezclada de besos y emociones.
No. No puedo quererte porque me subes al cielo y cuando lo necesito me bajas a la tierra.
No. No puedo quererte, pues me niego a pensar que el tiempo es organizado y el espacio finito.
No. No puedo quererte porque mi máxima felicidad es estar contigo.
No. No puedo quererte, pero lo hago, me entrego. Y no me arrepiento.
Creo que ya puedo morir en paz.

Viernes, sábado y domingo

Veamos cuántos planes he cumplido: H (hecho) S (sin hacer)
- Ver a Lui: H
- Ver a Ángel y a Moi: H
- Ver a Álvaro: S
- Ver a mis tíos: H
- Ver a Paulita y a Javierito: H
- Ver a Blanca, Raquel, Ceci, Ale y Marta: H
- Ver a Miguel e Irene Picallo: H
- Ver a Tamara y a Azu: H
- Ver a Anamá, Elena, Pili, Roi, Laura y Vicky: H
- Ver a Nerea Recarey: S
- Ver a Iria Beltrán: S
- Ver a Julia Blanco: S
- Ver a mi prima María y a Fon: H
- Ver a mi primo Javi y a Nuria: H
- Pedirle a mi tía que me lleve a ver a mi padre: H
- Ir a ver a mi padre: S
- Llamar a mi prima Álex: H
- Pedirle a mi tío que haga el test: H (aunque no lo hará)
- Pedirle a mi primo que haga el test: H
- Hacer algo por ver a la Kuki: S
- Ir a la playa: S

No está mal.

Entre suspiros me hallo

Pienso en ella... Como todos los días. E imagino que vuelvo a verla, que la abrazo y que la hago mía, que no la suelto y... Suspiro. Ahora que la echo de menos, más necesidad tengo de ella y los sentimientos pasan a engrandecerse. Sólo quiero su presencia, eso me basta. Y es entonces, al imaginarme que la beso y que me corresponde, cuando me da un terrible vuelco al corazón. Y entrecierro los ojos y suspiro de nuevo. Como cuando me besó por primera vez.

Un ocho

Cuando todo esto empezó hace poco más de dos meses, sentía miedo aunque a la vez curiosidad. me sentía atraída por una persona a la que poco conocía, con la que no sabía si podría llegar a convivir o aguantaría delante. Me es muy fácil ser exigente, ser cobarde y echarme atrás, o echar la culpa de todo a los demás. Suelo ser una persona bastante difícil, aunque al final... Siempre me puede el cariño.
Y todo esto me ha pasado con ella. he sido borde, he llorado, me he echado atrás por miedo, he sido exigente, le he echado la culpa o he discutido simplemente con ella para hacerla enfadar. Pero al final... Al final pudo aquello que nos unió desde el primer momento. Aquello que sentí casi desde que la vi...
Me siento muy afortunada.
Hace un mes decidimos... Formalizar, sí. Ella fue la que se atrevió, la que dio el paso de querer atarme... Pero por primera vez, me han atado con unos lazos suaves y no con cuerdas. Más que atada me siento liberada y protegida por estar unida a alguien... Y la quiero, la quiero mucho. No me arrepiento de nada.
Siempre hay una primera vez para llegar a un mes, para querer a alguien... Para decidir continuar...

Una rosa

Cuando una rosa comienza a marchitarse, acepta que se consume, y que su vida está llegando al último suspiro. Ésta era perspicaz, sabía que llegaba su momento y se dispuso a morir con honor. Quizás ayer notó golpes cuando se terminaba el día. Quizás nos escuchó. Quizás se puso triste y decidió irse. Hoy, aún seguía de pie, como siempre, pero no tan firme como antes, pero no quise hacerle caso.
Antes era una rosa preciosa. Destacaba por su rojo pasión, y sus pétalos medio abiertos... Era su juventud lo que estaba disfrutando. Era suave y acogedora. Cada uno de sus pétalos derrochaba vivacidad y colorido. Era una rosa bonita, y olía bien. Destacaba sobre todas las cosas porque era la imagen de la perfección. Pero hoy decidió abandonarme.
Se enfadó y cuando la gota colmó el vaso decidió caerse invadiéndolo todo del agua que la mantenía viva. Quería suicidarse, y ya no era la primera vez que eso pasaba. Al fin entendí lo que quería. Cuando me fijé en ella una vez más, sus pétalos lloraban lágrimas negras, y me asusté. La examiné con más cuidado, buscando restos de alegría, pero ya no había ninguno. Lo único que quedaba eran restos de una rosa que en su pasado había sido feliz, pero que ahora se había muerto.
Y se fue, con elegancia, y con sumisión, sin rechistar. Sus pétalos ennegrecieron, y sus raíces rechazaron el agua que yo le ofrecía. Quizás, no era el agua de su gusto y por eso se negaba a aceptarla, quizás necesitaba una aspirina. Ya le dolía demasiado la cabeza. Por eso se fue, y sólo quedan restos de ella tirados en una papelera.

Tú cómo le llamarías a esto? Yo maduración, supongo

Soy una persona bastante insegura de mí misma. Cuando hago las cosas no suelo hacerlo con un propósito. A pesar de ser detallista generalmente con cualquier persona que se me presente delante (pues es algo que me gustaría que hiciesen conmigo y es algo que me llena), ando bastante a tientas por el camino y necesito ver qué es lo que estoy haciendo y por qué. Realmente necesito saber por qué soy así. Y tiene que haber un motivo fuerte.
Nota: Lo que me inspira la canción tiene que ver con el contenido de esta, pero no al pie de la letra. Simplemente que me siento algo perdida, pero en esos momentos en los que me encuentro necesito dar mi nombre y saber lo que hay debajo de mi piel, porque a todos nos cuesta conocernos a nosotros mismos.
Da gusto llamar a casa estando contenta después de haber estudiado todo el día y sentir que las cosas irán bien y que a gritos te digan "pues te vienes con apuntes a estudiar", que te defiendas con un "no hemos dado nada, todavía estamos con las presentaciones, lo que dimos ya lo he hecho" y te respondan con un "da igual, tú traes cosas para estudiar y blablabla" con "da igual" siempre se arregla todo.
Eso no es todo. Mis amigos me exigen un tiempo que no tengo. Reconozco que tengo errores del pasado. Pero por haberlos mal acostumbrado a mí, ahora tengo que estar al pie del cañón y ya se darán cuenta cuando vayan a la universidad lo que JODE y lo que AGOBIA que te estén encima diciendo: "vienes este finde no?" "quedaremos, no?" "vienes?" ... No soy Dios.
Y menudo fin de semana me espera. Para eso prefiero no volver a casa.

Hoy

Hoy hace dos meses que te vi por primera vez en la estación con tu gorrito perdido (...), tu gabardina azul, esas medias que tanto adoro y tus zapatitos... Aquel día fue muy especial. Nada más vernos me refugié en tu abrazo y me dejé llevar por tu dulce voz. Más tarde me las ingenié para agarrarte del brazo, y tú te las ingeniabas mientras tanto para ponerme nerviosa. Luego nos abrazamos en aquella parada de bus donde llovía, llovía a mares y yo sabía que te gustaba aquello. Por eso dejé la mochila en uno de los sitios y te llevé a descubierto, donde podíamos sentir la lluvia sobre nuestra piel. Allí te abracé, y allí empecé a suspirar. Mientras tú pensabas "qué mona, está nerviosa...". Después reuniste el valor para no soltarme cuando nos apartamos del abrazo, de sonreirme y de besarme. Luego volviste a apartarte, me miraste a los ojos y me sonreiste sinceramente y yo me sorprendí con esa mirada. Luego nos besamos y el tiempo se paró, para mí se hizo extraño, pero me acostumbré rápido. No quería soltarte. Ese día incluso llegamos a la cama y me dejaste verte, y tuve que dejarte verme. Allí nos dimos cuenta las dos de que aquello no era cosa de un lío de una sola noche ni queríamos que lo fuese... Y ahora, aquí estamos... Y ahora mira lo que te quiero y lo loca que estoy por ti...

Me gusta... (2ª parte)

Me gusta hundir la mano en la arena, sentir lo cálida y acogedora que puede llegar a ser. Me gusta sentarme en los buses después de la segunda puerta, alejada de la gente, sentada en la fila derecha, pegada a la ventana escuchando música admirando el paisaje, aunque sea monótono, perdiéndome en mis pensamientos. Me gusta comerme los flanes del revés para no tener que limpiar el plato y conseguir llegar hasta el caramelo del fondo a penas habiendo empezado a comerme el flan. Me gusta dormirme con la puerta apagada y en oscuridad completa. Me gusta estudiar teniendo todo lo que hay a mi alrededor ordenado. Me gusta leer por las noches cuando ya es una buena hora para irse a dormir, pues todo el mundo lo está haciendo y siento paz y tranquilidad como para poder concentrarme. Me aburro cuando voy al baño, así que no me gusta ir sin algo con lo que entretenerme. Me gusta descubrir cosas que pasan inadvertidas para los demás. Me gusta acordarme de lo que sueño por la mañana (normalmente, cuando me acuerdo son sueños agradables) aunque a medida que pasa el día me voy olvidando. Cuando me ocurren deja-vus me dejo llevar y me gusta seguir imaginándome lo que ocurrirá después, mi mente lo hace inconscientemente aunque no acierta nunca, y me pasa lo mismo con deja-vus lejanos. Me gusta mucho muchísimo mi novia. Me gusta que llueva cuando estoy enfadada (a menos que lo que haya provocado mi enfado sea la lluvia) porque si lo noto en mi piel me hace relajarme y me hace sentirme poderosa a la vez, porque el tiempo está de acuerdo conmigo. Me gusta estar en cama de noche pensando y descansando, pero sin dormir. Me gusta que me hiera el recuerdo de mi padre, porque significa que lo tengo presente todavía y que lo sigo queriendo. Me gusta ser la primera, aunque me cuesta mucho hacer las cosas. Me gusta dar paseos de noche ya sea sola o con una buena compañía. Me gusta más el calor que el frío, aunque a veces me agobia y cambio de opinión. Me gusta de mí misma la manera que tengo para adaptarme con la gente. Me gusta cuando me alguien me dice que soy genial. Me gusta abrazar a Nico a todas horas, y hacerle tragar películas o mis vueltas en cama cuando duermo y le tiro de la cama. Me gusta saber que aún hay personas en el mundo que merecen la pena. Me gusta cuando sorprendo a alguien y le arranco una sonrisa de lo más sincera. Me gustan mis amigas. Me gusta descubrir que alguien me espía, me hace sentirme halagada. Me gusta nadar en la piscina, en el centro, pero prefiero el mar, arriesgado. Me gusta cuando ella me besa. Me gusta descubrir cosas interesantes o bonitas en los libros, que hacen que me sienta especial por haberlas leído. Me gusta mi vida ahora con ella. Me gusta ser feliz como lo soy ahora.

Escribe un título aquí...

No se sentía bien consigo misma. Hacía todo lo que podía por olvidar esa sensación, desde tragarse libros, estudiar hasta matar las inmuerables horas durmiendo. Pero esa horrible sensación nunca se iba. Siempre estaba presente. Físicamente la hacía sentirse cansada. Pero psicológicamente había muchos otros términos para definir su relación consigo misma. Disgustada era la palabra. Avergonzada. Infeliz. Desmotivada. Desesperanzada. Llegaba un momento en el que se preguntaba qué era justo y qué no lo era. De qué vale esforzarse por algo si luego sale mal? Además en casa no habría palabras de ánimos precisamente. Si se hacen las cosas mal se hacen mal. Pero eso no es sólo lo que conlleva, de hecho hay maneras de arreglarlo, sino todo el esfuerzo y dinero que se ha puesto para que ella pudiese estar ahí. Y estaba desperdiciando su oportunidad. Estaba echando todo a perder, por vagancia. Por no hacerlo antes. Las palabras de siempre. Pero ella antes no era así, antes sacaba las cosas, por qué ahora sale mal? Tiene la mínima esperanza de que sea la "adaptación al medio" lo que le está costando y no sea simplemente subnormalidad. Ahora su orgullo está por los suelos. A quién va a mirar a la cara? Sí, diréis, qué exagerada. Pero cuando se trata de perseguir tus sueños, por qué demonios simplemente no luchas por ellos? Aunque sea por un puto diván de cuero negro y porque alguien esté orgulloso de ti. CORRE.

En otras palabras, mi moral está por los suelos como podéis ver.
Gracias, Fina (profesora de desarrollo, para que quede claro que va por ti). Te odio, zorra.

Accepted?

Apoyada en el alféizar de la ventana, la acompañaba una noche que caía sobre las casas cercanas. Una luna llena y brillante acompañaba aquella noche rara. La chica levantó su cabeza y miró al exterior para contemplar aquello. Unas lágrimas escurridizas cayeron de sus ojos y resbalaron por su cara sin pasar desapercibidas por el reflejo de la luna...
La chica suspiró. Se sentía perdida y confusa. Miró a su habitación. Todo lo que le rodeaban eran recuerdos de lo que quería, y de lo que no. Recuerdos de su pasado, de su presente y quizás de su futuro. Miró todo con asco, pero después se arrepintió y con un gesto de ternura repasó las cosas de su habitación.
Había pasado tanto tiempo allí... Pero no había vuelta atrás. No podía dejar de ser quien era. Era mejor largarse. Hacer vida nueva y que por fin alguien la aceptase tal como era.
Con las manos se enjugó las lágrimas. Después de recorrer la habitación cogió una mochila, se la puso a los hombros, abrió la ventana, puso un pie en el estante que estaba justo debajo, para subirse a él, y salió por ella.
"En nuestras vidas hay un antes y un después y ese antes y después entrampa nuestros destinos, cae como una red sobre la presa."
S.Tamaro

La vida debe seguir aún cuando otros no la tienen

Maldito el momento en el que se me olvidó tu voz. Ni siquiera tus gritos puedo imaginarme ya. Menos mal que los recuerdos del pasado sobreviven a las tinieblas del tiempo que sigue rodando como si no tuviese fin. Pero tengo miedo. Tengo miedo de recordar y que me haga daño y tengo miedo de no recordar por miedo a ese motivo y que se olvide todo.
Vuelvo a confundirme en la oscuridad. A veces te necesito, te recuerdo. Me pregunto qué piensas de mí, que qué opinas acerca de lo que estoy haciendo con mi vida... Me pregunto dónde estás. A dónde van a parar las personas que nos dejan? A la nada? Así sin más? Esas son las leyes de la naturaleza?
... Para mí no. Por eso me importa tu voz. Porque no entiendo su mecanismo, no es algo material y no sé si se produce por algo material. Es algo que sale de nuestro interior. Y para mí el sonido es muy importante, significa que estamos vivos. Por eso la voz... Tu voz... Dónde ha ido a parar...?
Parezco una niña. Siempre preguntándome dónde estás, en vez de dejar de darle vueltas al tema. No es la mejor temporada para que vuelvas a mis recuerdos, sabes? No ayuda. Pero supongo que solo soy una niña de papá... Y te echo de menos.
Pero debo seguir...

17

Me gustaría hacer una entrada sobre un relato, sobre ti, sobre... Cualquier cosa. Realmente este blog era para liberarme, para escribir acerca de teorías que se me viniesen a la mente, o relatos maravillosos que a veces se me da bien describir (muy muy de vez en cuando, eso sí), pero no, ahora no me sale nada que no esté relacionado contigo. Sólo puedo decir que no paro de pensar en ti, en lo mucho que te quiero, en lo que te echo de menos, en nuestros momentos especiales... 
Sólo sé que sin ti ahora mismo yo sería... vacío. Sólo vacío. La nada en persona.

16, otro día a tu lado, una semana juntas, toda una vida nos queda.

Ai dios cómo la quiero yo... Es mi vida, de verdad. Mira que soy feliz.
No tengo más que decir. :)

:)

Hoy he decidido que quiero vivir. Sí quiero vivir...!
Pero sólo si lo haces tú a mi lado, vale? Te quiero.

Buenos días, princesa

Donde hubo oscuridad ahora hay luz. Una luz no demasiado potente. Es una luz que alumbra allá donde voy, pero no me ciega, no me impide ver, no es demasiado brillante, es una luz normal y eso es lo más bonito de todo. Es una luz que me acoge y me da calor. Una luz que me guía, que me protege y me guarda. Y esa luz eres tú.
Nota: no sé escribir, lo siento.

Adiós bipolaridad, hola normalidad

Parece que todo va a ir bien, es lo que no paro de pensar estos días. A pesar de haber motivos que me tiren hacia el vacío, a querer desaparecer y llorar o enfadarme con el mundo, últimamente estoy controlando bastante mi bipolaridad. Siento una felicidad en mi cuerpo que  parece que nunca se va a terminar y esa sensación me encanta.
A veces se va, porque son fechas estresantes y es normal. Las amistades, la familia, suelen tener puntos tensos, sobre todo en navidades. Me agobié además porque normalmente cada vez que piso un charco me ahogo, me hundo en esa tristeza, y pensé se ha ido mi felicidad otra vez? ya no vuelve, pero me equivoqué, volvió en seguida. Me encuentro bien, no muy preocupada y estoy feliz.
Tengo motivos para estar triste y sin embargo algo me anima a salir adelante. La lluvia que hasta ahora no apreciaba es mi mejor amiga ahora y todo va sobre ruedas y espero que siga siendo así. Es lo que he escogido, ser feliz y luchar. Además aquello por lo que quiero luchar es lo que me hace sonreír ahora. Realmente ya me hace feliz.

Año nuevo, vida nueva?

Siempre se ha escuchado aquello de los propósitos para año nuevo, hay gente que los cumple y hay gente que no. Yo siempre he vivido agotando cada día hasta llegar el 31 de diciembre. Llegaba ese día y me animaba, "borrón y cuenta nueva" era mi frase favorita. Los humanos además necesitamos marcarnos metas para poder salir adelante, de ahí lo de los propósitos de año nuevo.
Este año no voy a proponerme nada. He pensado que no necesito que sea el primer día de enero para proponerme algo, sería obligarme. Cuando esté decidida a dar un paso, a tomar un camino u otro, a emprender mi lucha para llegar a la meta, lo haré. Cuando esté preparada. Porque por mucho que lo he intentado otros años, no he conseguido realizar lo que me propongo.
La clave está en que si te lo propones realmente, lo consigues. Hay gente que necesita sentir la seguridad de que es año nuevo para hacer borrón y cuenta nueva, que se lo propone ese día y lo consigue. Hay otra gente que se lo propone en cualquier momento y lo consigue, y otra que prefiere esperar un poco a sentir que es el momento oportuno para volver a empezar de cero.