Gente felis

No puedo quererte

No. No puedo quererte porque allá donde se pone el sol se encuentra mi cuerpo ardiente esperando con impaciencia a la luna. Aquella que llega para brillar en la oscuridad.
No. No puedo quererte porque allá donde se establece el límite del infinito y la linea del horizonte se encuentra mi mente sabiendo el secreto existente de la humanidad después de conocerte a ti.
No. No puedo quererte porque allá donde van los pájaros y los aviones, allá voy yo volando más arriba de los cielos de los dioses del Olimpo y más mucho más arriba de donde se termina el mundo.
No. No puedo quererte porque pensar en la muerte me hace reírme con descaro de quién se habría inventado tan horrible broma. Si tengo que morir, que sea de amor.
No. No puedo quererte porque los libros sólo me hablan de ti y ya no veo otra cosa que no seas tú esperándome al final de cada historia.
No. No puedo quererte porque no duermo sin soñar que te busco con las ansias de quien no puede vivir sin el ser a quien ama.
No. No puedo quererte porque los abrazos ya no son otra cosa que cenizas de mi existencia cuando antes eran la esencia de mi ser. Ahora sólo quiero besarte.
No. No puedo quererte porque cada vez que veo las preciosidades que han hecho la naturaleza o los hombres, me dan asco después de haber visto las maravillas de tu cuerpo.
No. No puedo quererte porque no puedo respirar otra cosa que no sea el olor de tu pelo o de tu cuerpo.
No. No puedo quererte pues el mayor regalo al que aspiro es acariciar tu piel a altas horas de la madrugada después de una noche entremezclada de besos y emociones.
No. No puedo quererte porque me subes al cielo y cuando lo necesito me bajas a la tierra.
No. No puedo quererte, pues me niego a pensar que el tiempo es organizado y el espacio finito.
No. No puedo quererte porque mi máxima felicidad es estar contigo.
No. No puedo quererte, pero lo hago, me entrego. Y no me arrepiento.
Creo que ya puedo morir en paz.

1 comentario:

Me gustaría que me dejases un recuerdo de que has pasado por aquí